jueves, noviembre 22, 2012

Oro de Ofir

No hay tumba para los amores.

Mamurra




Si las murallas terminan cediendo
y caen, y cayendo se deshacen
como cera comida por el fuego,
y el enemigo sacude los templos,
vuelve suyos ciertos asuntos nuestros,
pacta, tasa mi peso en semillas,
vacíate de mí en los estercoleros,
ponle cruz al lugar donde me dejas.
Hija de Tiriel: no me entregues vivo.
No repartas esa alegría entre mis captores.

jueves, octubre 25, 2012

Coruscante

Esto vienen diciendo de nosotros:
son mirlos de Hipona, mirlos de Casia,
un Cayo Mirlo: el mal ha madurado
en ellos como un fruto propicio
para el invierno, arrancan con los dientes
la yerba crecida de las estatuas,
el templo visto en sueños los espera,
y serán destruidos, pero luego.
Calamidad, tormento de los justos:
vinieron a esta tierra como el sueño
a los primeros animales: ciclos,
carnada. 
                En casa de los jueces hay
un tigre patinado por el celo,
un guardián de la ley que calienta
la raíz de nuestros actos: le ruge
siempre a la mala sombra del demonio,
al estruendo, al umbral iluminado, 
al mar embravecido de la nada,
a la luz que le quitas a las cosas.

jueves, octubre 11, 2012

Civilización

Que quepa entera la noche en tu boca,
que te sepan a tierra estas palabras,
que invoquen sólo para ti un espíritu
malo, que sean la casa que nunca
se abrirá para nosotros.
                                         Para eso
recorrimos los caminos, mugimos
para eso, inundamos el hogar de orines
para eso, hablamos en la lengua muerta
de los abuelos, y nos impusimos
su ley para eso:
                          para darle lustre
al carbón entre tus piernas, minar
al poderoso en todo con venenos
de tu estuche, suplicarnos, darnos
la gran vida y después terminar a
nuestra suerte.
                          Cúbrete. Aquí vienen.
¿Levantó alguien para ti algún palacio?
Cuántas bóvedas tuvo. ¿Qué guardabas ahí?
Sólo en mi sueño no éramos nosotros
sino mortales, brillábamos al tacto,
a perpetuidad y como fueron
nos eran devueltos
                                 aquellos años.


jueves, octubre 04, 2012

Ella le dice a él

En aquel sueño yo reconocía
tu voz aún a la distancia: dejaba
un rastro marrón sobre los animales,
y la fruta maduraba, y lo terco
en no volver, volvía.
                                     Era la hora
del misterio partido por la mitad,
para mirarle lo de adentro.

jueves, septiembre 27, 2012

Infatuación

Pasó un día, los solitarios abandonaron la felicidad.

Juan Carlos Mestre



Aquel será un año difícil, dijo,
y perderán su casa, las alarmas
sonarán toda la noche, las cuentas
no terminarán de pagarse nunca.
Esperar algo distinto es no creer
en el destino, dijo, descubrir
que el glifo de los caminos valía
también para decir embrujo, cambio,
desolación. 
                     Aullarán y tendrán
el filo de sus caprichos para irse
defendiendo, un hijo de bronce sobre
los jardines, la estancia de los pueblos
en la tierra. 
                     Peces con monedas
en la boca habitarán sus sueños,
donde estén los mirarán de reojo,
una grieta en el costado del otro
será su alojamiento, 
                                   y ya estando ahí
–la arcadia, dijo, mil veces mil días–
soltando un borbotón de baba agria,
intentarán llamarse por su nombre. 

jueves, septiembre 20, 2012

Sabra

Tocan a la puerta, arriman su miedo
colorado, te llevan con engaños
sonando una moneda o un llavero,
y en el tercer escalón de madera
el fuego de pronto, la doble sombra:
tu padre ha vuelto y el día lo ilumina
en el instante en que colea, prende,
cumple su misión de profeta y deja
una medalla de San Jorge sobre
un hilo de luz: 
                           triunfan, anidan,
miden por cuartas tu grupa de albahaca, 
pagan tu belleza con camellos,
bailan, se inflan, comen lumbre, rechinan,
en las alforjas el botín les brilla,
bajo tu falda escurren los ejércitos 
descritos en mis cartas. 

jueves, agosto 16, 2012

Coronación

Yo quisiera ya no decirte nada,
derrumbar la torre contigo adentro,
cruzar los pastizales donde yaces
tendida, y no voltear a mirarte,
despertarme, cobrar mi recompensa.
Sólo una máquina de hacer silencios,
o un relámpago rugiendo a toda hora,
podrán volverme un mono diminuto
y mudo, un claro signo de los tiempos.
Tu sostenido paso por el mundo
–tu autorretrato donde llevas una
flor en el pelo– sonará a lo lejos,
en cada nombre que le ponga yo a las cosas. 

jueves, agosto 02, 2012

Prevalecer

La hubieran visto enloquecida por
mi amor: se azotaba contra la jaula,
dormía con un ojo abierto para
evitar que me le fuera, me arañaba
señalándome como suyo. 
                                                Rubia
de cinco a seis, un cepo entre las sábanas,
ojos de cobre y paladar de encino,
una luz repentina en el cuarto
que pensábamos vacío, su dádiva
lángara. 
              Un viento medicinal
la curó de mí, o su dios, o un antiguo
juez. Justo ahí, dicen los que me vieron
extinguirme, me le agité como una 
flama, como una flama me apagué,
como si con saliva.

jueves, julio 12, 2012

Carisma

Lloremos como lloran los novios
que se separan, como el caimán que
pierde a su caimana, como los listos
a las listas, como el siamés lloremos.
Pongámonos un platito de leche
por si alguno por hambre vuelve, prima
del primo, nombres en clave, reynoldo
a reynalda, cambio.
                                     Lo que siguió
fue así como muy triste, y nadie quiere
contarlo, y lo sepultan en los templos,
se nos ponen de madera los dientes,
y en nuestro epitafio, ¿recuerdas?, dice:
“Por eso". 
                   El mundo es de tus enemigos,
y toro y tora horadan en la noche,
y pegan con algo, y siguen rascando.
Aquello saca chipas, los deslumbra,
diamantes. 

jueves, julio 05, 2012

Él le dice a ella

La luz que se baña en el río, como
un animal sin cuerpo retozando,
cayó de dónde, viene aquí a morir
o nace, se la comerán los peces
o irá dejándolos ciegos, o turbios,
o rojizos. 
                Muros de otra materia
la tienen prendida, y la beberán
los tigres y los monos y tus hijos,
y sus lenguas brillarán como el oro.
¿Quién lo hizo posible? ¿Cómo lo echó
a andar? ¿Hubo alguna vez otro camino?
El arquitecto de este raro día,
es también dador de su contingencia:
ya me tocan tus manos; ya me rompen. 

jueves, junio 28, 2012

Fariseos

Al oído me pides que no me
preocupe, saldremos de la tumba
minerales, vïejos y calientes
y a la hora señalada.
                                    Dirán: los
tocó el amor, pero andan incorruptos;
recordarán: tuvieron una casa,
fueron dueños de un día y de un siervo
arrancado de su aldea, reían.
Sus cicatrices eran alianzas
selladas con el tiempo, otros caminos.
Dirán: vuelven, y nada los espera.
Gusanos que se asoman a la luz,
comiéndose la tierra que los guarda. 

jueves, junio 21, 2012

Estivales

Dime que no he vivido en vano, que las estrellas
no morirán, que las cosas seguirán tal cual,
que lo visto permanecerá, que no nací para un cambio.

Mark Strand


Habían ocurrido ciertas cosas
milagrosas, las puertas rechinaban
entreabiertas, en el corazón
de la materia ardía infatigable
otro corazón, y a lo mejor de él
provenía esa brisita melosa,
tibia e insistente como un animal
faldero. No éramos ciertos, sudábamos,
casi era verano.
                           A mis brazos dabas
la forma de un merecimiento. Flaca,
cálida por el clima y por las armas
de ciertos días para mí guardados.
La batalla es inminente, decías.
Lo escrito acerca de estos años viene
cumpliéndose sin demora, tomando
su sitio en todo aquello que lo toca:
nunca nada depende de nosotros.
Valle y noche derivaron, de bruces
las sombras se buscaron sus rincones.
Miel y leche brotaron de tus pechos,
y bebí. También el suyo era un sol
en tierra, palpable, dador, paisano,
habitante,
                   y se vaciaba de tiempo. 

jueves, junio 14, 2012

Inminencia

Recuerdo haber estado ahí, cuando el
amor nos tocó con sus manos frías.
Nada lo detuvo. Brotó una misma
causa en toda la tierra, el mismo asunto
corría en los caminos, y nacieron
iguales las cosas distintas. 
                                             Los días
de los hombres, con su tesón de lucro
y de dominio, fueron derribados,
repelidos sin descanso por nuestra
buena alianza, y se extinguían jurándonos
que volveríamos a encontrarlos.
Y así sucedió. Nada los detuvo.
Pero fuimos lo mejor por mil años,
y el mundo nos necesitó, a cada hora.

jueves, junio 07, 2012

Propósito

Ven a mi casa, ven pronto a mi casa,
ven tú sola a mi casa, ven de veras,
ven rápidamente y sin prisa y justa
a mi casa, ven decidida, alegre,
ven un buen día que no tengas otra
cosa que hacer, que venir a mi casa.
Ven en secreto o avísale a todos:
voy a su casa.
                        Voy negra y jazmín
y esmeralda a su casa, voy caliente,
voy por un pasadizo y con antorchas,
voy hecha un llanto para terminarlo,
para comenzarlo, voy, voy cayendo,
como caen los días a la tierra,
cayéndose maduros de los árboles,
cayendo de inmediato hacia las grietas
de la noche. 
                      Voy nueva, y empezada, 
a la casa oscura de las raíces.

jueves, mayo 31, 2012

Primicia


Habían las cosas sin nombre y las
que sí lo tenían. Ellos, ¿de cuáles
eran? 
          Se dieron dioses uno al otro,
sabían a pastura y flema, estaban,
todo cabía. Miraron la sombra
nacer sin ser enterrada, bailando
negra y saliéndosele a los cuerpos
como por una grieta. 
                                   ¿Estaban sanos?
¿Convalecían? Lava y luego piedra
y luego mundo: soñaron. 
                                             Querían
pertenecerse, ir a tientas, llevarse. 
Y el viento los tocaba y los gastaba. 

jueves, mayo 24, 2012

Rey y reina

La luz languidecía largamente,
llevándoselo todo hacia lo negro,
pero tenían vista de conejos,
y miraban bien en la oscuridad.
Aprendieron cómo volver a casa
oliendo rastros de orín en el campo,
y latían en los túneles tibios,
y allí se estaban quietos.
                                          Sólo el sueño
era intranquilo: algo rasca en la tierra,
algo se obstina en querer encontrarlos. 


jueves, mayo 17, 2012

Diáspora

Pero si te me pierdes en lo oscuro,
y en ese oscuro van y te devoran, 
y en ese devorarte pierdes todos
tus miembros, 
                            y si de uno de esos miembros
nace otra igualita a ti, óyelo bien:
me la quedo. Mejor negra que muerta. 


jueves, mayo 10, 2012

Venidero


Es ola blanca la cama y sobre ella
te agitas.          Se han reventado las presas,
del vientre han quedado vacías.            Suena
el escombro o lo casto, un rumor de
rumores huyendo, un duro durando.

No sobrevivieron los puentes, fueron
lo que fueron y luego nada, contra
ríos dieron.                  Estruendo de tu cuerpo,
ciudad en una isla, muro y lindero:

suenas como suenan todas las casas
invadidas, el cráter anegado
como el agua en el cuenco de una mano,
barricada.        Así humedeces la tierra;
despeñada, así la vas dejando.

A rugido de león suena el agua,
a secreto revelado de pronto,
a campana arrancada de su torre,
al cauce que a ti y a tu centro viene,
a que en breve todo lo habrás perdido.

jueves, abril 12, 2012

Envergadura


1
Encaje/ mesa grande/ ella pide
en el departamento/ de hogar y muebles
También/ busca telas/ abro una puerta
donde hallarnos/ el bien necesario


2
Siéntese en ésta/ silla de estrellas
Machito al horno habrá en la cena
¿Se lo destapo?/ El vino tinto
maridando/ nuestro sudor de los treinta


3
En cierta cita/ palpito/ me descompongo
esperando pacientísimo/ No vendrás
Quiere verano/ un pajarito franco
desconsolado/ se anida y guarda/ alberga


4
Una mascada/ al desposeído/
por caridad le dabas/ Así te las gastas
Las raspas/ contra el granito/ fricción
tallando/ forma de corazón/ a tu piedra


5
Mando/ bergantín a Tasco/ te envío
de regalo/ traficante de lo nuestro
Hembra fina –calada – y sin factura
Sólo un tonto/ te la daría/ escriturada


6
Siéntelo duro/ el camino/ derivando
Algún día nos faltará todo/ el aliento/
las causas/ los dientes/ el fruto elemental
Asilo en barro/ hogar/ guarida quebradiza


jueves, abril 05, 2012

Según lo dicho por el negro John Blackamoar, capellán para los hulks:



El capitán quiere una isla,
quiere un barco y un botín,
quiere mapas con señales,
triunfar quiere, dar festín.

Darle de comer al fuego,
conquistar lo inconquistado,
ser la luz, lo que la extingue,
ser el mal profetizado.

No en su nombre la alabanza:
el miedo, el rigor, la sangre.
Estandarte que señala
no el hartazgo, sino el hambre.

¿Qué más quiere el capitán?
No anhelo dios ni busco amo.
¿Harén quizá? ¿Consulado?
Quiero empresa, no reclamo.

Es el mundo clara sombra,
un misterio vivo y tonto.
Arde cuando arde y se apaga
solo, lentamente o pronto.

Tibia y dulce entre las sábanas,
tú lo escuchas, divertida.
“Seré la hora, seré el día,
Seré furia aparecida…”

En tu abrazo se recoge,
tu latido lo serena.
En ti nada le hace falta,
y se olvida y calla y sueña.

Fiel creyente de los hábitos,
la noche se va acercando.
Ciega y fría y contra todo,
es doncella, madurando.

jueves, marzo 29, 2012

Apuntamiento


cometa

Baba de luz,
mineral o bengala.
Cráter, coleta.


Fukushima

No lo repares.
Por la puerta quiere entrar
aquel océano.

  
fulgor

Gorrión ardía
en la rama del sol
tras la cortina


los años, sus días

Llegan huyendo
Vivaquëan huyendo
Huyen huyendo

  
noche salvaje

Prieta sonámbula:
por tu boca amanezco
circuncidado.

jueves, marzo 22, 2012

Manjar serás para su mesa


El cazador supo de ti
en la madrugada de su pensamiento

Salían como aliento frío
tú y él, de aquella tiniebla
donde todo lo demás se desconoce

Tu corazón hecho una piedra
penetra en un arroyo seco,
pozo convertido en la boca del que sueña

Se adivina en todas las cosas
tu fina figura de corzo,
eco sonando, canto en el canto, espejo

Pronto, a galope o con campanas,
piel y día habrán comenzado
-la restauración de todo o casi todo

Aquello vendrá hacia ti ardiendo,
con fulgor de astro transparente,
contra tu arcadia de pastura y doncella

Llegará así, sin que lo sepas,
piso vuelto amarre o chasquido,
o trueno que pica, caricia en tu entraña

Darás un paso, dolerá,
borbotón de relámpago, devorando

jueves, marzo 15, 2012

Hansel y Gretel


Y serán los dos una sola carne.
Marcos 10, 8

Como dos niños ávidos, perdidos
En la busca de algo que no saben.
Gilberto Owen



Aquella vez comimos de tu carne,
rompimos nuestra vieja y limpia alianza
devorándote en silencio, de prisa,                      
albos y ceñudos y ya incapaces
de decirnos algo distinto, porque
sólo huesos salían de nuestra boca.

Esperando todavía el prodigio
de un camino en el camino, abismados,
asombrados con nuestra propia estampa         
de niños tontos puestos a su suerte,                    
en medio de calzadas y avenidas,
mendicantes de luz y de victoria,

te fuimos arrancando los pedazos.
Tu mano asiendo mi mano y con ellas
señalando lo profundo del corte,
dividiéndote a ti en partes iguales,
tú por elección y lengua propia eras
ofrenda y lance y río y llaga expuesta.

Tu pecho en carne viva alimentaba
otras ambiciones, otros temores,
otras carencias. Mina abierta al hambre,
saliva de hormigas y de diamantes,
leve dulzura de la mansedumbre
o madre veneno, o virgen o mártir:

de tu regazo de sangre anegado
bebíamos el ángel y el león,
el águila y el toro; abrevadero
de la profecía, alta alquimia, mundo
que terminas en las fauces abiertas
de otro mundo, pronto supiste lo obvio:

que en cada bocado yo masticaba
tu encanto, tu himen, la niña que fuiste.
Entre los dientes no se disolvía
tu asombro, se astillaba piedra fina
herida de causas, cicatriz como
cueva apretada abierta por mi lengua,

rincones donde este nativo hambriento
probaba orín sagrado, aliento dulce,
vientre y grupa desprendidos por orden
tuya, lepra impuesta, un árbol de carne
deshojándose al tacto, deshebrándose,
cebándome de almíbares y bilis.

Hermana: de un tirón o lentamente
arrancabas la pïel de tus párpados,
te hacías legión y no me bastabas,
lanzabas muda tu lengua a la lumbre
y en la lumbre crepitaba, iba dando
de voces, soltaba baba y secretos.

Se deshizo así tu frente en mi boca,
así tu espalda en mi boca, tus nalgas,
tus pies y tu garganta, así tu centro,
tu orilla, tus ojos de hembra y de rabia,
así tu esfínter limpio y bruno y serio,
así holocausto y fiesta inmerecida.

En el umbral de tus horas contadas,
casa consumiéndose para siempre,
molienda hicimos de lo nuestro, hogar
de lo ausente. En el bosque helado oímos,
a lo lejos, aquellos otros nombres
que tuvimos, llamando a esos otros

cuyo rastro vinimos arrastrando,
continentes que han quedado vacíos.
Exhausto, un sueño hueco habitó en la hoguera:
la lumbre era fría, iba hablando sola,
dormida: esperaba el chillido agudo,
negro, fiero, de tu resurrección.

-----------------------------
Publicado originalmente en Registro # 26, "Niños y niñas", Marzo 2012.