jueves, diciembre 29, 2011

Thinking Rambo


1. Rambo en Birmania

Rambo
nunca pierde
el estilo:

tiene un zippo
en mitad
de la nada.

¿Cómo lo recarga?
Who knows.
Maybe Rambo

cuando llora,
solo llora
pólvora y gasolina.



2. Rambo Haikú

Los moscos pican.
Los cuchillos pican.
Mundo: arma de doble filo.



3. Firing Rambo

Si en combate
pierdo y gano,
¿qué aprendo?

Que en combate
a veces pierdo,
y a veces gano.

Todo fuera
tan sencillo
como…


No,
nada
es sencillo.


jueves, diciembre 22, 2011

Musa Obtusa. El poeta la descubre en un río sin orillas


Una ola en la entrepierna
Un mar a la distancia
Un símbolo dormido
con dientes de obsidiana:

Castora dulce y tierna
Razón para la estancia
Un cálido apellido
de lumbre cotidiana:

Que en nada te concierna
la eterna ciega errancia
del verso dirigido
a tu estirpe, ay, liviana


jueves, diciembre 15, 2011

Terror nocturno


Noche que dicta su sentencia
Noche ávida de posesión
Noche circulando por debajo de las camas
Noche en los rincones de tu cuarto
Noche del naufragio de tu estatua
Noche prematura entre tus piernas
Noche en los pasillos de tu sueño
Noche donde nada corresponde con nada
Noche de tribulación noche bengala
Noche indivisible noche sin casa:
En tu aguanegra vive aquel amor
Dulcemente o nunca
Heréticamente o casi
Precozmente o dizque
Prometido
Por ella 
               (y en sus cartas)
A la luz
De ciertas premoniciones



jueves, diciembre 08, 2011

La parte de ti que me corresponde

Rastro de polen
                            tu corazón
Huella fina
                            entre la hierba
Fresca o residual
                            en su paso por el mundo

Leche de fiera
                            Tela de araña
Soledad a la puerta
                            Mansión en el bosque
Algarabía
                            donde todo está sucediendo

Yo la levanto
                            Yo la recojo
Yo de bruces
                            Yo a bocados
Yo faquir
                            Yo en festín
Yo la devoro


jueves, diciembre 01, 2011

La gran decepción millerista, ca. 1843



para Diana,
porque la aburro


Things separate from their stories have no meaning. They are only shapes.
Cormac McCarthy



Y volvimos cabizbajos y meditabundos, porque la profecía no quiso cumplirse, y el mundo no terminó pero sí se hizo más grande. Te acomodaste el pelo y señalaste nuestros pasos por el sendero sin pasto. Luego ya no dijiste nada más, y caminamos de vuelta a casa en silencio y pobres, como dos forajidos ocultos toda la noche entre los árboles, ansiosos por un botín que jamás llegó para repartirse.
  Comenzó a llover, y la orilla de tu vestido blanco contra la tierra suelta, fue volviéndose marrón. Cerca de la casa de los Parham carretas con familias enteras salían unas detrás de las otras, en línea recta y sin prisa, mitad quietas mitad en movimiento, sus ocupantes mirando a los lados fijamente, como si de pronto los costados del camino fueran abismos. Los Ellis nos pasaron a un lado, y preguntaron si queríamos que nos llevaran, y yo dije que no, gracias, y tú no dijiste nada.
  La lluvia arreció y nos refugiamos debajo de un ciprés en el terreno del viejo John Grady. La materia haciendo ruido. Su sonido en el mundo. Un conejo grande y café corrió entre el campo cultivado de lechugas, como si él también hubiera esperado el fin de los tiempos, y volviera a su madriguera decepcionado. No dejó de llover y tú ya estabas llorando. Así llegamos a la casa.
  Por la noche la señora Parker vino a buscarte, y yo las dejé solas y ustedes hablaron en la puerta, y algo dijeron de Miller, y también dijeron “Dios” y “decepción”, y a mí, de pronto, me parecieron equivalentes. Esa misma noche te busqué y me rechazaste. No insistí. Te di la espalda. La lluvia volvió a golpear las ventanas de la cocina, y al poco rato el frío se escurría por debajo de la puerta.
  Las siguientes tres madrugadas la bruma cubriría el valle, y el caballo de los Parham aparecería muerto bajo el mismo árbol donde tú y yo nos refugiamos. Tampoco nada de esto tendría una explicación convincente.