jueves, mayo 10, 2012

Venidero


Es ola blanca la cama y sobre ella
te agitas.          Se han reventado las presas,
del vientre han quedado vacías.            Suena
el escombro o lo casto, un rumor de
rumores huyendo, un duro durando.

No sobrevivieron los puentes, fueron
lo que fueron y luego nada, contra
ríos dieron.                  Estruendo de tu cuerpo,
ciudad en una isla, muro y lindero:

suenas como suenan todas las casas
invadidas, el cráter anegado
como el agua en el cuenco de una mano,
barricada.        Así humedeces la tierra;
despeñada, así la vas dejando.

A rugido de león suena el agua,
a secreto revelado de pronto,
a campana arrancada de su torre,
al cauce que a ti y a tu centro viene,
a que en breve todo lo habrás perdido.

No hay comentarios.: