jueves, julio 12, 2012

Carisma

Lloremos como lloran los novios
que se separan, como el caimán que
pierde a su caimana, como los listos
a las listas, como el siamés lloremos.
Pongámonos un platito de leche
por si alguno por hambre vuelve, prima
del primo, nombres en clave, reynoldo
a reynalda, cambio.
                                     Lo que siguió
fue así como muy triste, y nadie quiere
contarlo, y lo sepultan en los templos,
se nos ponen de madera los dientes,
y en nuestro epitafio, ¿recuerdas?, dice:
“Por eso". 
                   El mundo es de tus enemigos,
y toro y tora horadan en la noche,
y pegan con algo, y siguen rascando.
Aquello saca chipas, los deslumbra,
diamantes. 

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