jueves, agosto 30, 2007

Happy together

Entonces me entra algo así como un amor de padre las cosas que nos pasaron cuando éramos niños Antes de cualquier acción definitiva no pasaré más de una noche con ella el remoto luchar contra la nada que las decisiones están tomadas Y le contó la historia de un antiguo rey de Moab Verdades útiles Como el que mira la hora, el que adivina Un río que ríe suena, se ríe Marzo dos, dosmilsiete Que no te derroten nunca deviene ciento volando y él Montesco entre Capuletos un hombre y una mujer capricho de emperatriz Me inundó la tristeza Todo yo era el Titanic

martes, agosto 28, 2007

Todo lo poco que sé. Todo lo mucho que espero.

Describir la realidad a veces resulta complicado. Dormimos un lunes para despertar un jueves, de febrero sigue mayo y se nos pierde noviembre para pasar de octubre a diciembre. Nos distraemos en centros comerciales, evitando la calvicie, frenando las várices, brincando de puesto en puesto, terminando de pagar el coche y arreglándonos los dientes. Nuestra libertad radica en el destino vacacional de dos semanas después de las otras 52 intentando convencer al reloj que se brinque a las 5 para llegar a las 6 y escapar del trabajo al tráfico. Se nos va la vida, como tren que un día decide seguir y seguir sin detenerse.
Simplificamos las cosas. Tachamos de malos a los inmorales, a los homosexuales, a los narcos, a los vagos y a los indios que no terminan de entender que producir el doble es mejor. Simplificamos nuestra espiritualidad con normas morales y rígidas reglas de fe que en vez de encontrarnos nos llenan de desencuentros; con la hija de los divorciados, la madre de la lesbiana, el tío del encarcelado y la muchacha que decidió abortar. Engañamos nuestra terrible ignorancia con educación formal. Y escondemos nuestra inmensa y vasta miseria detrás de un corte de pelo, un nuevo pantalón ajustado, el regalo de una despensita en navidad a la colonia jodida de al lado y alguna pastilla para adelgazar. Dejamos de indagar la complejidad que nos rodea. Dejamos de buscar entender nuestros deseos y nuestas aspiraciones. Se las dejamos a un jefe, a una marca, a un consejo televisivo. Y se nos va la vida.


Tin Dirdamal, haciendo la editorial para Replicante no. 12, Miradas al cine.

sábado, agosto 18, 2007

Grandes biografías de nuestro tiempo

Aldo Iván (1979)

En colegio de señoritas mormón y mudo honoris causa por Yodelator, trompetista invitado en Jericó y viejo numantino que al fuego llama arder, ha fundado empresa en viejas ilusiones, es creyente asiduo en el pórtico de Salomón, y suele ordenar la retirada cuando la guerra va resolviéndose a su favor. Cantó victoria en medio del desierto, predijo en Casandra un sino de amor, y dulce y matutino suaviza vientres con oliva y laurel.
Rotundo en el confort de la carencia deja dicho que no volverá y vuelve, abreva del ardid de caricias y esperanzas, añora el tibio reino bajo la falda y promete, la mano sobre el corazón cuando lo hace, que esta vez no mentirá. Montesco entre Capuletos, un costado abierto para Tomás, capricho de emperatriz, discípulo autodidacta con déficit de atención, en Teruel nos abandonó, en Cinco de Mayo volvió a amar y a la edad de veinticinco aprendió de Teógenes a dejarlo todo y no dejar.

domingo, agosto 12, 2007

Del libro del profeta Isaías

Me pasa ahora como en los días de Noé: entonces juré que las aguas del diluvio no volverían a cubrir la tierra; ahora juro no enojarme ya contra ti ni volver a amenazarte. Podrán desaparecer los montes y hundirse las colinas, pero mi amor por ti no desaparecerá y mi alianza de paz quedará firme para siempre. Tú, la afligida, tú la zarandeada por la tempestad, la no consolada: He aquí que yo mismo coloco tus piedras sobre piedras finas, tus cimientos sobre zafiros, te pondré almenas de rubí y puertas de esmeralda y murallas de piedras preciosas. Destierra la angustia, pues ya nada tienes que temer, olvida tu miedo, porque ya no se acercará a ti.

54, 5-14.