Querida señorita Evangeline Lilly:
Después de mucho reflexionar he llegado a la conclusión de que usted y yo tenemos algo en común: los dos hemos estado perdidos. Como usted, allende mi ciudad natal yo también tuve que declarar, frente a una recepcionista de hotel polaca de mirada compasiva: we’re lost. No tuvimos que acampar a mitad del pequeño parque cercano a la estación del tren, ni defendernos de sujetos extraños o cazar nuestro propio alimento, pero casi. Eso sí, comimos en un McDonald's levantado en medio de una cueva y muchas veces nos hicimos entender a señas. Por lo que, en términos generales, comprendo por lo que está usted pasando. Así que desde aquí mis más sinceros deseos porque no se la coma un oso polar.
Le comento además que mi invitado del mes, el señor Owen, tiene unas palabras para usted, señorita Lilly, que no por casualidad están varadas y le salieron en verso:
Como a la mano hecha a los espinos
La hiere con su gracia la rosa inesperada,
Así quedó mi duelo
Crucificado en tu sonrisa.
Espero le gusten, porque es de un pequeño libro del señor Owen sobre un pobre marinero que, como usted, naufragó y al alba se descubrió en una isla desierta y árida.
Queda de usted
Aldo Iván
PD. Para estar en sintonía con el momento, le mando esta breve misiva dentro de una botella que arrojaré al mar. Ah, y como para usted señorita Lilly, un día es igual al otro, le propongo que también para su linda persona todos los días 4 sean domingos.
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Dia Diez, LLAGADO DE SU SONRISA.
Después de mucho reflexionar he llegado a la conclusión de que usted y yo tenemos algo en común: los dos hemos estado perdidos. Como usted, allende mi ciudad natal yo también tuve que declarar, frente a una recepcionista de hotel polaca de mirada compasiva: we’re lost. No tuvimos que acampar a mitad del pequeño parque cercano a la estación del tren, ni defendernos de sujetos extraños o cazar nuestro propio alimento, pero casi. Eso sí, comimos en un McDonald's levantado en medio de una cueva y muchas veces nos hicimos entender a señas. Por lo que, en términos generales, comprendo por lo que está usted pasando. Así que desde aquí mis más sinceros deseos porque no se la coma un oso polar.
Le comento además que mi invitado del mes, el señor Owen, tiene unas palabras para usted, señorita Lilly, que no por casualidad están varadas y le salieron en verso:
Como a la mano hecha a los espinos
La hiere con su gracia la rosa inesperada,
Así quedó mi duelo
Crucificado en tu sonrisa.
Espero le gusten, porque es de un pequeño libro del señor Owen sobre un pobre marinero que, como usted, naufragó y al alba se descubrió en una isla desierta y árida.
Queda de usted
Aldo Iván
PD. Para estar en sintonía con el momento, le mando esta breve misiva dentro de una botella que arrojaré al mar. Ah, y como para usted señorita Lilly, un día es igual al otro, le propongo que también para su linda persona todos los días 4 sean domingos.
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Dia Diez, LLAGADO DE SU SONRISA.