Los Rolling Stones están muertos. También Dylan, Bowie, U2, Radiohead y lo que resta de los Beatles. Frente al Obelisco, convertido en monumento mortuorio de todos los idos, las sobrevivientes se congregan. ¿A qué sobrevivieron? Al exterminio inmediato, sorpresivo, de todos los mamíferos machos del planeta Tierra. Los hermanos, los padres, los esposos, perecieron en un ataque imprevisible que eliminó al 48% de la población mundial en un instante. Todos. Excepto uno. Yorick Brown, maestro en lengua inglesa, y su mascota Ampersand, un pequeño mono blanco con café, resultan ilesos de la catástrofe.
Y The Last Man, de la mano de Brian K. Vaughan, Pia Guerra y José Marzán Jr. (escritor, dibujante y entintador, respectivamente), exploran un mundo sin hombres donde las mujeres pierden intempestivamente a muchos de los que odian y aman. Vertigo, casa editorial responsable de la publicación –y división alternativa encargada de todos los proyectos de DC que caen en la definición de “comic” de autor-, presenta lo que a mi consideración es la mejor historia del 2002 a la fecha. A través de los ojos del último hombre en el mundo, observamos la recomposición social emprendida por las mujeres donde la política, la religión y los vínculos familiares se ven irremediablemente modificados en aras de permitir, en última instancia, la sobrevivencia de la raza humana.
Un ejemplo. A la desaparición de los hombres le sigue una guerra interna dentro de las sobrevivientes, donde quedan establecidos dos bandos: aquel que lamenta su repentina desaparición –las cosas que no se dijeron, la última vez que los vieron con vida –, y el que asume el hecho como una liberación otorgada por la sabiduría de la madre naturaleza. Las Amazonas, como se hacen llamar, han emprendido la cacería de travestidos y transexuales, perfeccionando lo que la justicia divina comenzó. Siguiendo el precepto amazónico, se han extirpado uno de los pechos, queman los bancos de esperma y elaboran su discurso a partir del concepto de matriarcado (“Now that the beasts are finally gone…”). Inician la persecución de Yorick para matarlo, con ayuda de su miembro más reciente, Hero…hermana de Yorick.
De amplias referencias culturales, el comic se construye a partir de una idea que, si bien no es nueva, confronta al siglo XXI con todos sus discursos incluyentes y progresivos. Ante eventos racistas, discriminatorios y hostiles, las mujeres responden de forma racista, discriminatoria y hostil, bajo un elaborado discurso democrático y culto que, paradójicamente, termina uniéndolas. Vertigo la clasifica como una obra de ciencia ficción, y no se equivoca al hacerlo. Las buenas piezas de ciencia ficción hablan del hombre contemporáneo disfrazándolo de lejanía. Las mujeres, al final, terminan siendo el reflejo y la hipérbole del hombre ausente.
La página oficial ofrece gratis el número uno de Y The Last Man en formato PDF. Puede continuarse la lectura en los tomos recopilatorios –seis hasta ahora– que recogen los tres años de esta muy recomendable serie.
6 comentarios:
Suena bien. Lo leeré.
Y quiero un chango blanco con café.
¡Un guardían del parque me posteó! ¡Yeehaa! Pero, a pesar de decir aquello de inquisitivo, sospecho que no entendió ni jota de lo que he escrito. O quizá sí, mientras laza ardillas y palomas montado en su caballo de palo. (Si Lewis responde a esta provocación, entonces sabré que sí sabe español, y le pediré una disculpa).
O seaaaa, de las Pitas, Lewis te escribe un comentario, siendo quien es - un guardián de parque - y sin hablar ni pizca de cristiano, y tú le contestas bien emprendedor y entusiasta.
Uno que se esfuerza por ser alguien en la vida, en perfeccionar el cristiano y en no ser de las Pitas, Dianita, y ni pelas mi comentario. Gracias. A cambiar de oficio se ha dicho.
(Por cierto, señor de las Pitas, Lewis: si efectivamente maneja usted el cristiano, también ya me leyó a mí. Sea tan amable de venir a poner su queja en este espacio, y le ofreceré también merecida disculpa.)
Pues ya se le juntaron los posts, park ranger Lewis. Aquí estamos, esperándolo, el chango blanco con café, de las pitas, Dianita, y un servidor.
Ah, y nada de lazar al chango. (Que, por cierto, ya me enteré que es muy importante en la trama de Y The Last Man. Y justo cuando revelan que es bien importante...¡se lo roban!)
¿Esto también la pareció inquisitivo, señor Lewis?
Se dice de las Pitas, yo .
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