jueves, septiembre 04, 2014

Cofradía

En aquellos días lo nuestro era inmortal
y nos llamaban la sanación del contrahecho,
potencia de la tierra, reliquia de las vivas
o talismán efectivísimo para el mal oculto
en la hora venidera.
                           Siendo muy honestos
tú lo merecías pero poco, inútil como el oro
en la mano de los pobres ardiste de repente
pero yo, hacía milagros: tronaba los dedos
y el caballo nacía y el arreo nacía y la misión nacía,
y estaba en mí erradicar la luz, el amor o la verdad.
A finales del siglo entré en ciudades nunca antes vistas
y mi nombre decoraba las paredes, o era nombre
para otros, o animaba parcamente las fiestas.

jueves, mayo 22, 2014

Tobías

Viene Asmodeo conmigo
esculcando a tientas tus cajones.
Recuerda haberte visto entre la gente,
el número interior de tu otra casa,
la vez que a la salida de los túneles
estaba ya esperándolos, como al acecho,
un sol grisáceo de principios de noviembre.
Dibuja una línea encima del polvo.
Mira, dice, enseñándome el dedo:
le sale tierra como a ti en las noches
y en esas noches anda fría o mimosa,
sabe bien que en su otra vida fue para ti
la hija del tendero, la morena de calzones
amarillos, la vecina que enronchaban
los moscos. En esos días fueron sus nombres
Vellum, Samiel, Sarepta, Monserga.
Lleva el pubis de prisa rasurado
porque en su sueño a punto estás de entrar
por esa puerta.

jueves, mayo 15, 2014

Tobías y Sara

Pierde si la comparan con otro amor.
Si le piden lo que otro amor ha dado,
si le endilgan una vieja alianza
o acuden a su compañía
animados por cierto antecedente,
les falla, se queda corta.
Para ella un parámetro distinto,
un criterio nuevo, un nuevo mecanismo
y si a esas vamos, un nuevo resultado.
Para ella el corazón de granito
y el cincel que pueda modelarlo.

jueves, abril 17, 2014

Ingeniero de caminos

Desayunamos en el Benidorm
y después quisiste conocer la casa
donde habíamos crecido. Manejé
toda la noche. Entre sueños
hablaste dormida en una lengua
rara y en otra y en otra.
                                            Dejamos
pasar una hora porque el río
estaba crecido y ninguno de los dos
sabía nadar. Guarecidos debajo
de un árbol y entre mi brazos
no dejaste nunca de interrogarme:
dime, dime cómo será la casa.

jueves, abril 10, 2014

Misioneros

Ahora hay que dormir,
olvidarnos de esta empresa millonaria
y dejar que el bronce de tu nueva estatua
se enfríe durante la noche.
                                                 La ley
nos detendrá a deshoras, ya no llegarán
los días que anduvimos prometiendo,
un olor a cama y una ciudad sin luz
serán la vuelta al siglo o lo último
que recordemos, pero mañana.