Preséntame como tu padre y di
que colecciono piedras, que voy camino
de un amor sagrado, que mi palabra
la cumplo, recuérdales:
es profeta menor pero no me importa,
viene huyendo sólo con lo puesto,
muñón de oro o luz de la colmena
es un árbol, sus frutos son demonios,
lo vendieron y luego lo recuperaron,
va probando en mí todos los venenos
y nunca me le muero.
Tiene la lengua
fría por que soy el primer minuto
de la madrugada, el vaho de los inviernos,
una trampa oculta entre la nieve
y el deshielo del estrecho de Bering,
o de la escarcha.
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