Nada dice en
claro el mundo
Todo lo oscurece
con babilla de sombra
Saber de él es
resolverlo
anegar de luz un
túnel
picarlo con
bengalas
dar dote de oro a
lo secreto
pero sólo de cinco
a seis
También a ti el
salón oscuro
te guarda en su
baúl sin llave
Tesoro negro, niña
arrancada de la aldea
A ti también el
mundo
va escondiéndote
en vasijas
escarba para ti
una madriguera
abre sótanos, me
cierra los ojos
Para no saberte
yo
en su boca negra
el mundo
te oculta en una
adivinanza
en la breve vida
de lo fresco
en el maletín del
dinamitero
en el sueño
impronunciable de los animales
en la precisa
ejecución
titilante o
escurridiza
de aquel rumor
de señoritas riéndose a lo lejos