No, esa me la enseñaron los cinco años de Literatura en el Claustro, mi materia de Retórica y Estilística, y una rápida consulta a la RAE en línea. ¡Supera eso, sobrino!
Galdino, tan coqueto e inteligente él. Hasta fans tenía en Comunicación. Y nos regalaba libros. ¿Qué otro profesor nos regaló libros? Puro marro en la carrera.
Pero sí tienes parientes listos. Ahí está Harry, por ejemplo.
(Miento. Gonzáles Torres también regalaba libros. Bueno, en realidad sólo regalo uno, a Paola. Y como era suyo, hasta se lo dedicó. Todos los demás nomás nos quedamos mirando. Creo que eso estuvo peor que no regalar ninguno).
Después de mucho reflexionar, El Caso Lemdel decidió, por unanimidad, que la foto que ilustraba este post, como que no venía mucho al caso. Porque una cosa es la foto familiar, y otra las tarugadas familiares que se hacen. Y en este caso post e imagen no checaban. Por eso recurrimos al siempre mal intencionado Bender, que con su letrerito sintetiza muy bien lo absurdo del post.
Listo. Aclaración hecha.
Gracias a los que pasaron a visitar, por pasar a visitar.
En realidad terminó regalándotelo. En realidad se vió medio obligado a regalártelo. En realidad te lo prestó, y fuiste y le pediste a Enrigue que to lo autografiara. ¡Y todavía querías devolvérselo con todo y que estaba dedicado a ti!
7 comentarios:
"... sinécdoque...". ¿Esa palabra te la enseño tu primo? Porque sí es como de niño genio, eh!
No, esa me la enseñaron los cinco años de Literatura en el Claustro, mi materia de Retórica y Estilística, y una rápida consulta a la RAE en línea.
¡Supera eso, sobrino!
Lo que no dices es que te la enseñó el coqueto Galdino, mientras te guiñaba el ojo mientras pronunciaba "sinécdoqüe".
Tsssccchá, qué padre que tengas parientes listos, yo conozco puro imbécil.
Jajajaja, no sabía que comentar.
Ah, pero lo intenté, ¿qué tal, qué tal, qué tal?
Galdino, tan coqueto e inteligente él. Hasta fans tenía en Comunicación. Y nos regalaba libros. ¿Qué otro profesor nos regaló libros? Puro marro en la carrera.
Pero sí tienes parientes listos. Ahí está Harry, por ejemplo.
(Miento. Gonzáles Torres también regalaba libros. Bueno, en realidad sólo regalo uno, a Paola. Y como era suyo, hasta se lo dedicó. Todos los demás nomás nos quedamos mirando. Creo que eso estuvo peor que no regalar ninguno).
Después de mucho reflexionar, El Caso Lemdel decidió, por unanimidad, que la foto que ilustraba este post, como que no venía mucho al caso.
Porque una cosa es la foto familiar, y otra las tarugadas familiares que se hacen. Y en este caso post e imagen no checaban.
Por eso recurrimos al siempre mal intencionado Bender, que con su letrerito sintetiza muy bien lo absurdo del post.
Listo. Aclaración hecha.
Gracias a los que pasaron a visitar, por pasar a visitar.
Saludos
Yo me robé un libro de Tim. ¿Eso cuenta como que él también regalaba libros?
En realidad terminó regalándotelo.
En realidad se vió medio obligado a regalártelo.
En realidad te lo prestó, y fuiste y le pediste a Enrigue que to lo autografiara.
¡Y todavía querías devolvérselo con todo y que estaba dedicado a ti!
Jajajaja. Ah, qué chistoso.
Y no, no cuenta como si Tim regalara libros.
Publicar un comentario