Quieres que te amen las niñas
con su crin de lumbre y cauda de cometa,
de cicatrices de carmesí fruncido
como cordilleras, albinas
porque se esconden del sol
y de rabo dulce y frente salada,
desnudas una sola vez al día
y no más de media hora.
Quieres
que daten de tiempo atrás, que metan
la lengua en el campo anegado, fulgor
las quieres, nacidas en noviembre,
liquen del bosque que es una trampa,
legañosas, con los bacines limpios.
Quieres que brillen al tacto,
quieres que traigan los caminos,
fruto aparecido o llave de ese fruto,
vitela, amuleto, canto, corona:
Quieres que entren contigo
en una casa ardiendo.